sábado, 25 de mayo de 2013

POR GUADALUPE MARTÍNEZ GALINDO



CRÓNICA DEL VII FESTIVAL INTERNACIONAL DE LA PALABRA AL QUE ASISTÍ DURANTE LOS DÍAS 17 AL 21 DE MAYO DE 2013, REALIZADO EN LACHATAO, IXTLÁN, OAXACA:

Desde los primeros meses del año 2013, mi amiga Francisca Huppertz me comunicó que organizaría por tercer año consecutivo este Festival en Lachatao, lugar donde reside. Con la  grata experiencia del año anterior y del año 2010 cuando asistí por invitación de ella misma a un evento semejante en Tulum, Q. R. le dije desde luego que contara conmigo y además invitamos a otros integrantes de la Casa de Cultura “El Manantial” que tenemos en Tehuacán a sumarse  para compartir   esta grata  convivencia, no sólo con la literatura sino con la gente extraordinaria de esa comunidad de la Sierra  de Juárez que se distingue por su gentileza y hospitalidad, además es un encuentro con la historia de México desde los tiempos prehispánicos y con la naturaleza en pleno, por ser un lugar particularmente hermoso, donado de entornos naturales bellísimos y un ambiente  agreste  muy difícil de encontrar.
La capacidad de convocatoria de nuestra anfitriona fue  alta y pronto se fue conformando un grupo numeroso de  personas de nuestro grupo que mostró su interés en ir.  El año pasado habíamos sido sólo dos, mi hermana Queta y yo y este año logramos formar un contingente de quince personas, once saldríamos juntas desde aquí y nuestra querida Mary Sánchez, su esposo Don Flavio, su sobrina Macry y el esposo de ella se irían aparte porque ella vendría de México directo a Oaxaca y de ahí los cuatro en su automóvil se trasladarían a Lachatao.
Muchos fueron los obstáculos que se nos presentaron a todos en los días previos, tuve varios problemas de salud que parecía que iban a deshacer mis planes y los demás  también otros inconvenientes de varios tipos, pero era tal  nuestra ilusión de asistir que los fuimos resolviendo   y finalmente al mediodía   del viernes 17 de Mayo, salimos de Tehuacán en autobús hacia Oaxaca donde nos recogería el transporte de la Municipalidad de Lachatao para llevarnos a nuestro bello destino.


De izquierda a derecha Esperancita Campos, tan animosa y alegre como siempre, Estelita Campos su hermana, Chayito Velázquez, Lidia Reveles Castillo, Enrique Varela Román, Ángel David Flores Avelino, Israel Luna López, María de los Ángeles Avelino Cedillo y Lourdes López , directora de nuestro grupo de la Casa de Cultura “El Manantial” y en la foto faltamos Dulce María Pérez Rodríguez y yo que estábamos tomando la foto.

Puntualmente al salir a la entrada principal de la Terminal de Autobuses ya nos esperaba el autobús  de Lachatao, amablemente recogieron nuestro equipaje y nos ayudaron a abordar la unidad, para continuar el recorrido del que nos faltaban aproximadamente 2 horas.  Es un ascenso continuo desde el valle donde se ubica la ciudad de Oaxaca hasta uno de los parajes más elevados de la sierra a más de dos mil cien metros de altura sobre el nivel del mar, la primera parte en carretera pavimentada y los últimos diez y seis kilómetros por una terracería que pone a prueba a los más experimentados conductores como el que nos llevó tan amable, su nombre es Chava, por ser muy angosta y estar bordeada de precipicios a veces a uno y a veces a otro lado, pero íbamos en manos segura y al fin divisamos las verdes colinas salpicadas de casitas de Santa Catarina Lachatao que yo ya conocía por ser mi segunda visita, eran aproximadamente las seis de la tarde, como la inauguración del evento sería a las 7 nos llevaron a nuestros alojamientos, algunos pernoctarían en casas de familias de la comunidad, otros en hermosas y funcionales cabañas del complejo eco-turístico que ahí tienen.  Esta vez nuestra anfitriona me destinó una cabaña para tres personas, sin escalones, sabedora de mi deficiente movilidad, con una vista increíble, nos subieron hasta ella y supe que mis compañeras de alojamiento serían Esperancita y su hermana Estelita Campos, con lo cual la muy grata convivencia estaba asegurada.


                               Nuestra cabaña compartida con  Estelita y Esperancita  Campos

Lachatao es una comunidad ejemplar y excepcional por muchas razones: tiene una población de doscientos habitantes, aunque en la época de la Reforma y del Porfiriato eran miles sus habitantes, por estar rodeado de minas de metales preciosos y ser precisamente ahí en donde se beneficiaba el metal e inclusive se acuñaba moneda.  Después de la revolución las minas dejaron de trabajar y comenzó la emigración de la gente en busca de trabajo en otras regiones del país y del extranjero.  La población actual vive del turismo y ha hecho del lugar un ejemplo de orden, servicio y limpieza, no se ve una sola basura en la calle, ni un perro ni un gato sueltos, aunque si los tienen sus dueños pero bien cuidados dentro de sus casas así como a sus animales de corral, prados y árboles en el  centro muy bien cuidados y las calles empedradas escrupulosamente limpias.
Las reglas las impone la autoridad, pero el mérito indiscutiblemente es de todos sus moradores que ya están acostumbrados a vivir en un ambiente ordenado y armónico. no hay tampoco expendios de bebidas ni  personas alcoholizadas, impera un silencio absoluto sólo alterado por los ruidos del viento, el trinar de los pájaros o el eventual rebuzno de un burro o cantar de un gallo al  amanecer.  El complejo eco turístico tiene áreas comunes modernas y funcionales, una  cafetería, amplio salón de usos múltiples  con equipo de proyección y sonido, un museo comunitario pequeño pero instalado con un soberbio gusto y detalles de iluminación magníficos atendido por el señor Oscar Martínez Galindo, con amplios conocimientos históricos de Lachatao y su entorno, además de una gran vocación de servicio y amabilidad ilimitada, es además guía en excursiones a los alrededores. Contrasta con la pequeña comunidad el gigantesco templo, obra grandiosa de los evangelizadores agustinos que engalana la parte central como mudo testigo de un pasado glorioso, un presente tranquilo y un futuro promisorio, porque su soberbia construcción seguramente seguirá en pie para ser admirado por muchas generaciones más.
            

Áreas comunes de Eco-turismo                         
Templo Agustino siglo XVI

Rápidamente nos preparamos para bajar a la inauguración que presidiría la autoridad municipal y nuestra anfitriona Francisca Huppertz, provistos todos con nuestros gafetes de identificación, nos reunimos en el salón de usos múltiplos que ya estaba lleno, había gran número de poetas de otros lugares desde Nuevo León en el norte hasta Quintana Roo en el sur, pero la mayoría ciudadanos de la comunidad, de todas las edades que aman las manifestaciones culturales.


                                                        Público asistente                      

Presidente municipal de Lachatao Sr. Sergio Elihel Hernández Cruz y la coordinadora de este 
Festival de la Palabra en Lachatao Francisca Huppertz

Considerando que la mayoría de los asistentes foráneos veníamos de un largo día de viaje, la inauguración fue breve, un discurso de bienvenida de la autoridad, uno especial, muy elocuente de nuestro amigo, pilar de la cultura en Tehuacán desde hace muchos años, Don Enrique Varela Román  que fue muy aplaudido por la concurrencia y mereció elogios y una cálida felicitación del presidente municipal, a quien le hizo entrega de un libro titulado “Peregrina” para que se lo entregara a Francisca Huppertz como un recuerdo del evento y de él en lo personal.  Después pasaron unos simpáticos niños del kínder cada uno con un estandarte que tenía letras adornadas que formaban la palabra LACHATAO, diciendo una rima por cada letra y la  bienvenida en zapoteco y en español de una pequeñita de tan sólo cuatro años llamada Sofía que nos demostró el gran talento que poseen las nuevas generaciones de Lachatenses. Otras personas que estaban en el presídium  dirigieron breves mensajes análogos y se dio por terminada la emotiva inauguración, invitándonos a salir fuera del salón para presenciar la ceremonia de plantación del “árbol de la paz” que hicieron Don  Leopoldo Hernández Contreras, nonagenario de la comunidad, hombre culto autodidacta y con una gran calidad humana y Ángel David Flores Avelino, el poeta más joven de la casa de cultura “El Manantial” de Tehuacán.  Ambos expresaron palabras muy sentidas sobre lo significativo de ese momento.  Después nos ofrecerían bailes ejecutados por niños y adultos de la comunidad.  Digno es de mencionar el cuidado que advertimos en sus ejecuciones y vestuario, fueron todos muy aplaudidos.
                           
     Ceremonia de plantación del “Árbol de la Paz” 


Los niños del kínder bailando “Los Viejitos”
    danza de Michoacán


Después ejecutó bellos danzones un grupo de personas de la localidad y la última melodía sacó a  bailar a personas de la concurrencia.  Fueron muy ovacionados. Es importante reconocer la gran labor de la doctora Gabriela Eugenia Guzmán Platas, promotora de este grupo de danza.

 Grupo de Danzón


 Bailando con los  asistentes.

Como estaba planeado, la cena cada una de las cuatro noches que duraría el evento se haría según el gusto de cada asistente en puestos de antojitos regionales que señoras de la comunidad pondrían alrededor del parque y que hicieron nuestras delicias, desde pozole, tostadas, tacos, molotes, tamales,  plátanos fritos preparados, pasteles, galletas, panquecitos, toda clase de bebidas  como chocolate, café, ponche, refrescos, jugos, en fin delicias para todos los gustos.

 
Uno de los muchos puestos de antojitos regionales.

El segundo día SÁBADO 18, quienes estábamos hospedados en cabañas nos dieron de desayunar en la cafetería, chocolate, atole, café y pan y un rico almuerzo a base de enfrijoladas con quesillo y tasajo asado, tortillas recién hechas y tlayudas que son las tortillas tostadas de una suavidad excepcional. Todo ello preparado con el exquisito sazón de Cela Cruz Ramírez y su equipo de asistentes de cocina.


 En la cafetería, del lado izquierdo Lulú Don Flavio y a la derecha Mary Sánchez 


La que escribe,  lista para el paseo.



En una calesa que adorna el parque, de izq. a derecha Ángel David, jalando la carreta y la joven y bella Dulce María.             Nora, Elvira, Don Flavio, Lilí, Enrique, Estela,  Esperancita,  Abril, Samantha, en el pescante María de los Ángeles y Lupita.

A las diez estaba todo el grupo listo para hacer una visita a lo que aún queda de vestigios de la Hacienda de Cinco Señores, que fue desde la época colonial beneficio de minerales preciosos que se extraían en las minas de la región y que se trabajó intensamente en la época de la Reforma y el Porfiriato.  En los años de la post revolución fue decreciendo su importancia y actualmente sólo es un testigo  mudo del emporio que vivió en el pasado.
Dos conocedores de este lugar nos ilustraron en el conocimiento de su historia: Don Juan Samuel  Contreras Pacheco uno de los regidores del actual ayuntamiento, uno de los ancianos de mayor edad de la comunidad que nos dio un mensaje que lo conmovió a él y a nosotros muchísimo y el maestro Wilfrido que aunque ya no vive en Lachatao, relata apasionadamente pasajes gloriosos de esta hacienda en donde vio la luz primera al igual que Don Samuel.
Aún cuando el camino para llegar es accidentado y hay que pasar un río que como no ha llovido permite cruzar sin riesgo por un vado a vehículos, el señor Oscar Martínez Galindo nos ofreció a quienes teníamos poca movilidad llevarnos en una camioneta más bajita para nuestra comodidad y que por su tamaño podría llegar hasta el lugar mismo de las conferencias.
Mis compañeras de alojamiento y yo nos fuimos con él que llevaba en la parte trasera de la camioneta sillas, mesa, sonido, etc. para  que se pudiera escuchar la plática con toda comodidad.
             
  Conferencia del maestro Wilfrido. 
 Palabras muy sentidas de Don Librado, un anciano de Lachatao.

Volvimos a mediodía a comer todos en la cafetería una crema de verduras,  coloradito de carne, frijoles y dulce de chilacayota.  Después fuimos a descansar un poco a nuestro alojamiento para estar puntuales en los eventos de la tarde que iniciarían a las seis.
Quiero comentar que en Lachatao, lugar de personas de mente libre, no adoptan como casi todos en el país el horario de verano, por lo que viven una hora antes que nosotros en este tiempo, eso nos obligaba a poner mucho cuidado al programa para llegar a tiempo.
Muchos han sido los encuentros de poetas en territorio nacional y en el extranjero donde he asistido y el formato más o menos es el mismo, un grupo elitista de intelectuales que a puerta cerrada leen su producción, se dedican entre ellos sus libros, hacen relaciones y se preparan para el próximo evento o comentan en grupitos las novedades culturales. Aquí es diferente, toda la comunidad se involucra y se interesa en la literatura y en este festival quedó de manifiesto más que nunca porque niños de diferentes edades, señoras, personas de la tercera edad, leyeron poesías de los poetas invitados o pensamientos de su propia inspiración, dando una gran sorpresa a los escritores  que de repente oíamos algunos de nuestros poemas en voces infantiles o nos admirábamos con la profundidad y el talento de las personas que viviendo tan alejadas de las comunidades urbanas lograban tener tan fina sensibilidad y manifestarla con tanto acierto en sus escritos.  A cada uno de los niños participantes por sorteo se asignó una  madrina o un padrino entre los poetas asistentes con la consigna de darles atención y consejo para mejorar su relación con la literatura

 Niños participantes de la Escuela Primaria Vicente Guerrero

Señoras de la Comunidad de Lachatao leyendo sus pensamientos acerca de lo que 
significa la paz interior y como alcanzarla.


     
 
Mesa de poetas invitados: Abril Albarrán del D. F,  Carmen Amato  de Ciudad Juárez,
Graciela Salazar de Monterrey N. L., Magdalena Guerrero de Miacatlán,  Morelos y 
Don Enrique Varela Román de Tehuacán,  Pue.

Para finalizar este banquete cultural, disfrutamos de las canciones de Mary Sánchez, que nos honra con formar parte de la delegación de Tehuacán, aunque por nacimiento es oaxaqueña de Teotitlán de Flores Magón, hermoso lugar de la región de la Cañada.  

Terminadas las tres mesas y la participación de nuestra cantante estrella, todas muy aplaudidas, salimos a la explanada a disfrutar nuevamente de las danzas que la comunidad y más canciones de Mary.
   
Danzas folclóricas de Oaxaca 


 Mesa del presídium en la explanada.

Como es usual al concluir su ejecución los bailarines nos dieron la “guelaguetza” que era un exquisito pan que se puede ver sobre la mesa envuelto en bolsas de papel.

                                                      Mary Sánchez cantando.

       
Grupo de danza de Lachatao bailando con los poetas invitados.

 Bailando con  la concurrencia Graciela Salazar  de Monterrey 
con Vero la administradora de Eco turismo de Lachatao.


       La que escribe, lista para iniciar
      un domingo de intensa actividad.

Este prometía ser un día mágico, iríamos al emblemático Cerro del Jaguar, que tanto tiene de historia desde la época prehispánica porque en sus laderas y meseta  guardó toda una tradición ceremonial zapoteca.  Hay un gran misticismo y energía que emana de ese lugar y que puede sentirse desde que se inicia el ascenso.  Para comprender mejor lo que íbamos a presenciar  Oscar Martínez Galindo nos dio una explicación previa  y enseguida abordamos  el micro para hacer el recorrido. No está lejos, se sube por su falda hasta donde un angosto camino lo permite y de ahí para arriba se sigue a pie.  Quienes no teníamos la movilidad suficiente preferimos esperarlas a bordo del transporte escribiendo o descansando. Todos íbamos vestidos de blanco, era impactante escuchar el caracol ceremonial y el sonido rítmico del tambor de piel que iba abriendo paso a cargo de tres pequeños niños de la comunidad.  Pronto el grupo desapareció de nuestra vista al girar a la derecha en la vereda.
             
Oscar Martínez Galindo 

Cuando regresaron de  la excursión, venían todos muy cansados pero gratamente sorprendidos de las experiencias místicas tenidas durante el ceremonial que se llevó a cabo bajo la sombra de un árbol que en las alturas es conductor de una gran energía. Habían tenido visualización de diversos colores con los ojos cerrados,  participado en danzas prehispánicas con Elvira Biasin una de las invitadas que conoce mucho de esa materia, con quien en el año 2010 estuve en el Castillo de Tulum, frente al mar, lugar ceremonial maya realizando una danza ritual semejante.

Regresamos a comer un delicioso chichilo de pollo con arroz blanco, agua de perejil o de téjate.  Al terminar la comida Oscar explicó a quienes habían visualizado colores durante la ceremonia en el cerro que quería decir cada uno de ellos desde el punto de vista esotérico. Varios se retiraron a descansar para estar listos para las actividades de la tarde, yo preferí aprovechar un par de horas para conversar y hacer planes con Francisca nuestra coordinadora, artífice de la organización de este Encuentro.

Hemos formado un buen equipo, vemos hacia metas comunes y tenemos una excelente comunicación por medios electrónicos, aunque hay una gran distancia  material entre ambas siempre estamos cerca espiritualmente. Decidimos que lo mejor sería adelantar la  clausura un día y hacerla en esa tarde de domingo.  La gente y las autoridades el lunes se irían a realizar sus ocupaciones habituales y sería más difícil reunirlas.

 Niños de la Primaria con Ángel David nuestro poeta más joven leyeron sus pensamientos de la paz.


                                Adultos Mayores que nos leyeron sus trabajos.


 

Mesa de poetas visitantes, de izq. a  derecha Eleonora Biasin, Guadalupe Martínez Galindo,
Lidia Reveles, Ma. de los Ángeles Avelino  y   Carmen Amato Tejeda.

Al terminar las mesas cuyos participantes fueron escuchados con mucha atención, salimos otra vez a la explanada para escuchar la melodiosa voz de nuestra amiga Mary Sánchez, discursos de agradecimiento de las autoridades,  de la organizadora, de Don Librado Santiago y Don Leopoldo Hernández Contreras, ancianos de la comunidad agradeciendo las visitas y participación de los poetas. Disfrutamos de un nuevo espectáculo de danzas con los sones de la costa chica y sus rimas picarescas y el jarabe mixteco bellamente ejecutado. La cena como de costumbre se  realizó con antojitos regionales.


La que escribe, preparada  para iniciar
un lunes de intensa actividad.

Después de un suculento desayuno de chicharrón con salsa y deliciosas bebidas,  nos dirigimos a la Escuela “Vicente Guerrero”, la Primaria de la localidad para acercarnos a niños y maestros llevándoles un mensaje de parte de la literatura.
Todas les hablamos un corto tiempo cada cual a su manera y los niños nos escucharon atentos y respetuosos, los invitamos a las actividades de la tarde que serían las últimas de este Festival 2013.
                                          
Como todos los fines de fiesta, este último fue  muy importante, comenzaron los trabajos de la tarde con un mensaje del joven director de la escuela primaria que nos pidió disculpas por no haber estado presente durante nuestra visita y nos ofreció seguir impulsando la lectura y poesía entre todos los alumnos a su cargo.

Carmen Amato Tejeda, extraordinaria poetiza de Ciudad Juárez radicada en Morelos nos habló de la forma como había conducido un taller de literatura con su ahijada Silvia, y la pequeña nos leyó una composición que había hecho bajo su dirección, aunque después Carmen aclaró que esta niña talentosa ya tenía escritas varias redacciones por iniciativa personal y seguirán en comunicación para que se siga cultivando la destacada alumna.

El director de la Primaria dando su mensaje.


Carmen Amato Tejeda poeta invitada  explicando su sistema 
para enseñar a escribir poesía.


Yo también en ese intermedio que tuvimos entre  el final de la comida,  que fue de un delicioso pollo empanizado con verduras recién cosechadas en sus invernaderos y el inicio de los trabajos vespertinos, di a mis ahijados Eliel y Naomi algunas sugerencias para que hicieran sus primeras poesías, entienden con mucha facilidad y ambos escribieron al final  las siguientes sencillas rimas:

Muchos niños en la escuela
nos aprendimos poesías
para que al igual que Cela
leyéramos este día.

Este evento que viví
me han enseñado a escribir
lo seguiré haciendo aquí
para el próximo decir
poemas hechos por mi.

Por Naomi



Hay una amable extranjera
que hasta Lachatao llegó
igual que una ave viajera
aquí vino y le gustó.

Francisca es su nombre hermoso
nos ha traído cultura
nunca disfruta reposo
porque vive  hasta la altura.

Del Festival es la guía
ha invitado a mucha gente
nos ha traído alegría,
que el otro año nuevamente,
se haga, con mucha poesía.

Por Eliel 

Hubo una mesa con los niños de la primaria y después una con invitados  no poetas que mostraron sus habilidades escribiendo o contando cuentos como Esperancita Campos que fue sin duda la revelación del Festival en esta especialidad.

                             
 Esperancita Campos contando un cuento fue muy aplaudido y mereció  unafelicitación especial del directo. De espaldas con pelo claro Elvira Biasin ejecutante magistral de danzas rituales prehispánicas y con un gran conocimientos sobre la manera de elevar el espíritu por   medio de la ejecución de ellas.


Salimos luego a la explanada y Elvira Biasín dirigió danzas rituales con niños, jóvenes y adultos de la comunidad, todos felices por tener la oportunidad de participar.  Al terminar pusieron dentro del círculo a Francisca y en homenaje a ella entonaron “Peregrina” de Ricardo Palmerín.  Sin duda un gran momento que hizo brotar lágrimas de los más sensibles.
Terminaba una jornada de gloria, al día siguiente cada uno partiría  a reencontrarse con su mundo, pero el recuerdo de este Festival sería muy difícil de borrar, por haber estado  lleno de muchas emociones.

Niños y jóvenes de la comunidad en ronda bailando la última noche del Festival bajo la conducción de Elvira Biasín quien trabajó muchísimo para preparar este espectacular final.

 El lunes 20 de mayo de 2013, me tomé esta  foto en el corredor
 de la cabaña con vista al valle para capturar su gran belleza.         
 de la ciudad de Oaxaca.


Parte del grupo de Tehuacán  que nos venimos juntos cuando el autobús de  Lachatao 
nos dejaba  en la Terminal de la ciudad de Oaxaca.



Guadalupe Martínez Galindo,
Tehuacán, Mayo 22 de  2013.


© Guadalupe Martinez Galindo: Texto y fotos.



















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